¿Tienes identificada a la competencia de tu negocio?
La respuesta a esta pregunta aparentemente simple puede ser complicada cuando profundizas un poco más. Todos los que tenemos un negocio creemos conocer mejor que nadie todos los vericuetos del mismo. Así es, pero hay cosas que se nos escapan.
A mí también me pasa; no soy infalible, ni mucho menos. Aunque me dedico al marketing estratégico, hay muchas cosas que se me escapan. Dedico mucho tiempo a trabajar con mis clientes y me olvido de revisar mis propios planes estratégicos. ¡Mal hecho!
Las estrategias tienen eso: se basan en un entorno que no es estático. Lo que hoy vale, dentro de seis meses puede no ser relevante. Si mañana te asesoro para poner en marcha tu negocio y elaboramos un plan de marketing estratégico para el corto y medio plazo, eso no quiere decir que, como mínimo una vez al año, no nos volvamos a reunir para revisar cómo va el plan que diseñamos y que estás implementando.
Por eso es tan importante estudiar el mercado y la competencia de tu negocio continuamente. No importa si tu negocio es grande o pequeño, necesitas dedicar tiempo a esta tarea porque, con esta información, podrás hacer cambios en tu estrategia para destacarte del resto de opciones en el mercado y de las acciones de la competencia.
¿Necesitas una consultora de marketing?
Puede que pienses que haces lo mejor para tu negocio y que no necesitas fijarte en lo que hacen los demás, pero esto está especialmente contraindicado en los negocios. No importa el tipo de negocio que tengas, ya sea un bar, una pescadería, una consulta de dentista o tu propia peluquería. Hay miles como el tuyo, negocios que ofrecen servicios similares con precios parecidos.
¿Por qué quieres que te elijan a ti en lugar de a otro negocio? Para que te elijan a ti, tienes que ser diferente. Tienes que ofrecer algo exclusivamente tuyo, crear tus señas de identidad. Una imagen que te identifique. ¿Lo has pensado?
La diferencia comienza por generar en tus clientes una EXPERIENCIA (sí, en mayúscula) distinta. Influye emocionalmente en la mente del consumidor. Esto generará una serie de sensaciones y emociones únicas que solo relacionará con lo que tú ofreces.
Te pongo un ejemplo sencillo. En España hay millones de bares, unos con más gente y otros con menos. Cuando decides tomarte algo con un amigo, piensas en el bar que más te gusta y le propones un encuentro allí. Ese bar te gusta porque te sientes cómodo; quizá por la decoración, la música ambiente, un buen café, la amabilidad del servicio… La cosa es que siempre que puedes, vas a ese lugar. El bar ofrece lo mismo que el resto de locales, pero hay algo que hace que lo prefieras. No es lo mismo una charla con un amigo en un bar bien decorado y agradable, que en uno oscuro y descuidado, ¿verdad?
Tomarse la molestia de hacer que el negocio sea diferente no es algo que muchos empresarios estén dispuestos a hacer. Por lo tanto, pierden grandes oportunidades. Lo cual es una pena, ¿no crees?
¿En cuál de estos dos bares preferirías tomar un café con tu amigo?
No hablamos solo del aspecto de tu negocio físico, que es importantísimo. Muchos negocios, por su propia idiosincrasia, creen que solo necesitan funcionar con los clientes que acuden a su local. Sin embargo, también descuidan su presencia online.
En pleno siglo XXI, hay negocios que no tienen presencia en internet. Me parece increíble.
Obviamente, tener dos establecimientos abiertos al público, el físico y el online, genera costos e ingresos, y no siempre esta cuenta está tan clara. Sobre todo porque a veces los costos son una inversión para obtener mayores ingresos, aunque no siempre sean proporcionales en el balance. Si descuidas cualquiera de los dos, tu negocio peligra, aunque aún no te hayas dado cuenta.
En el entorno online, al igual que en el físico, necesitas ofrecer una imagen adecuada de tu negocio. Debes saber transmitir tus valores, saber qué productos y servicios ofreces, qué te diferencia de la competencia y ofrecer una experiencia satisfactoria para que te compren a ti y no a otro.
La importancia de las estrategias
Al final, tanto en el entorno online como en el físico, lo que perseguimos es incrementar las ventas y mejorar la rentabilidad de nuestro negocio. No hay diferencia.
Volviendo al ejemplo del principio, la competencia de una pescadería es una carnicería. Cuando organizas el menú semanal eliges entre proteínas de carne o de pescado y, luego, eliges el proveedor donde adquirirlas. Por tanto, la competencia de la pescadería es la carnicería y viceversa.
Si tienes una pescadería, necesitas estudiar al resto de pescaderías de tu entorno y, por supuesto, a todas las carnicerías. Luego, debes hacer una búsqueda introspectiva de tu negocio para identificar cuál es tu diferenciación y pensar en formas de mejorar la experiencia de compra de tus clientes, tanto en el entorno físico como en el online.
Y si crees que las pescaderías no necesitan tener presencia en el mundo online, estate atento a los próximos posts donde te demostraré que sí la necesitan para seguir en el mercado y vender más.
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