Hoy en día, todos tenemos una opinión sobre marketing. Sabemos lo que nos gusta, lo que no. Vemos campañas, seguimos a marcas, usamos redes sociales, consumimos contenido…
Y eso está bien. Pero una cosa es “saber de marketing” y otra muy distinta es “hacer marketing” de verdad.
Porque sí, puedes ver miles de vídeos en YouTube, usar plantillas en Canva o CapCut, seguir a cuentas de tips… pero aún así, eso no es suficiente. Hacer marketing real implica mucho más que saber diseñar un feed bonito o escribir un par de frases con gancho.
¿Por qué todo el mundo cree saber de marketing?
Porque el marketing es algo que todos vemos a diario.
Y como lo vemos tanto, parece fácil. Parece lógico. Parece que “solo es tener buen gusto”.
Pero la realidad es otra:
📌 Ver un anuncio no es lo mismo que diseñar una estrategia publicitaria efectiva.
📌 Usar redes sociales no es lo mismo que crear una campaña de contenidos que convierta.
📌 Saber qué es una palabra clave no es lo mismo que posicionar una web en Google.
La diferencia está en la experiencia, en la planificación, en el análisis… y, sobre todo, en los resultados.
Hacer marketing es un camino, no una receta mágica
El verdadero marketing no se copia y pega. No nace de seguir modas o plantillas al pie de la letra.
Hacer marketing es:
- Estudiar a tu cliente, tu mercado, tus competidores.
- Probar, medir, ajustar, volver a empezar.
- Ser creativo sin perder el foco en el negocio.
- Conectar con personas reales, no solo con algoritmos.
- Analizar resultados, optimizar y seguir aprendiendo.
Y es, sobre todo, constancia. Porque no hay una fórmula definitiva. Lo que funcionó ayer, puede que hoy ya no funcione. Y lo que le sirve a una marca, puede no servirle a otra.
No se trata de ser listo, sino de ser estratégico (Y humilde)
En marketing, como en todo, siempre hay algo nuevo que aprender. Por eso, el verdadero valor no está en “saberlo todo”, sino en saber cuándo pedir ayuda, cuándo delegar, cuándo rodearte de profesionales.
Hay quienes saben mucho de su negocio, de su producto, de su sector… pero no tienen por qué saber de marketing.
Y eso no los hace menos. Al contrario: los hace inteligentes si reconocen que el marketing también requiere formación, tiempo y experiencia.
Conclusión: Todos podemos hablar de marketing, pero no todos podemos hacerlo bien
Hoy más que nunca, el marketing es clave para cualquier negocio. Y sí, es accesible, puedes aprender, puedes probar. Pero si de verdad quieres resultados, no basta con saber lo básico o seguir modas.
El marketing bien hecho es estrategia, análisis, intuición, experiencia, creatividad, empatía y adaptación constante.
Y en Kvilar, nos dedicamos precisamente a eso. A hacer que el marketing deje de ser una idea bonita… y se convierta en una herramienta que realmente haga crecer tu marca.
📩 ¿Hablamos? Nosotras nos encargamos de que el marketing funcione, no solo de que se vea bien.
